Hay muchas cosas que hemos aprendido de la pandemia. Sí, como suena. No todo han sido malas noticias. Ya sé que los miles de muertos no van a volver, pero es cierto que cuando la naturaleza nos azota con estas desgracias, es el momento perfecto para reflexionar. ¿Qué estamos haciendo mal para que ocurran estas cosas?
Los últimos años no han sido positivos para el sector del turismo ni en nuestro país ni en ningún otro. Como consecuencia de la irrupción de la pandemia, todos los países cerraron fronteras, impusieron confinamientos y el flujo de personas entre países, tanto en lo relativo a trabajo como en lo que respecta a ocio y turismo, se vio paralizada como nunca antes había ocurrido. En España, y teniendo en cuenta la importancia que tiene un sector como el turístico, la situación ha llegado a ser dramática. Pero llega la hora de que nos podamos tomar la reválida.
Dicen que la mejor manera de disfrutar de nuestro hogar es compartiéndolo con los nuestros. Y esa es una verdad como un templo. Ya no solo nos referimos a nuestros hijos, padres o hermanos, esas personas con las que solemos convivir bajo el mismo techo, sino que también incluimos en esta ecuación a tíos, sobrinos y primos que, aunque no viven con nosotros, forman una parte importante de nuestra vida sin que haya alguna duda al respecto.
