Supongo que habrás visto cientos de páginas en Internet donde te ofrecen trucos para poder ahorrar en casa. Pues oye, sin querer desmejorar lo que te dicen, yo haría caso a lo que nosotros te contamos. ¿Por qué? Pues porque lo hacemos desde la experiencia, todos estos trucos y consejos caseros están basados en hechos reales, que dirían las películas de sobremesa de Antena 3. Damos fe de que si lo cumples puedes llegar a hacer hucha para los próximos meses. Y es que ya nos están advirtiendo de que hay que abrocharse el cinturón.
Un cinturón que, por cierto, parece que para los políticos sigue teniendo más ojales que nunca porque se van a subir el sueldo. No vamos a entrar en detalles porque si no, nos radicalizamos. Vamos a lo importante, a los trucos caseros para poder ahorrarnos unos euros. Os pongo en situación, yo llevo con mi mujer más de 20 años y gracias a estos consejos hemos podido ahorrar un buen colchón para no estar preocupados cuando vienen las vacas flojas. Hasta el punto de que hemos perdido por dos veces el puesto de trabajo, incluso en una ocasión estando seis meses sin cobrar, pero gracias a este colchón de ahorro pudimos pasarlo sin apenas dificultades.
Además hemos conseguido comprarnos un piso valorado en 200.000 euros, tener dos coches en propiedad, irnos todos los veranos de vacaciones e incluso hacer nuestras escapadas durante el resto del año. Y para rematar, desde hace año y medio somos papás de una niña. Y aunque dicen que es aquí cuando comienzas a notar que el bolso tiene un agujero, en nuestro caso, seguimos llegando a fin de mes sin problemas ni apuros. ¿Cómo lo hemos hecho? Pues toma nota porque seguro que te interesa.
Salir de ocio
Nunca nos hemos negado a salir de ocio, es más todas las semanas tenemos nuestra escapada para tomar unas cañas o tomar el vermut de domingo, algo muy español. Pero sabemos que no se puede hacer siempre. Por eso, muchas veces lo tomamos en casa, sacamos nuestra cerveza comprada del supermercado o el vino, y nos lo tomamos juntos. Nos ponemos en la ventana de casa, y hacemos como si estuviéramos en una terraza. Hablamos de nuestras cosas, analizamos el trabajo y oye, nos lo pasamos bien. Y sí, hacemos cuentas de cuánto nos hubieran costado esas cervezas en el bar. Y lo mismo pasa con las comidas, ya os digo que sale mucho más barato comer en casa que hacerlo fuera. Solo hay que tener un poco de fuerza de voluntad y de ganas de cocinar.
Ropa
En la ropa se nos va mucho dinero. Pero yo tengo la suerte de que mi mujer sabe comprar perfectamente. Y es consciente de que no hay que ir siempre a la moda. Estoy harto de parejas que tienen que ir con los últimos modelos y cuando se acaba la temporada pues lo meten en el armario y no lo vuelven a sacar. Mi mujer va elegante pero sabe cuándo y cómo lo tiene que comprar. Además ahora con las tiendas on line, ella misma se pone alarmas para buscar las ofertas y pillarlas. Y os puedo asegurar que va siempre la más guapa de todas las amigas.
Cambiar ventanas
Hace unos meses cuando ya se escuchaba decir que el invierno iba a ser muy duro, pues mi mujer y yo nos hemos sentado a analizar la situación y hemos pensado que una buena forma de ahorrar en la factura del gas es arreglando las ventanas y cambiándolas por unas más que apuesten por el ahorro energético. Y es que no somos conscientes de la cantidad de dinero que se nos va por las ventanas. Por eso hemos apostado por el cambio con Replus. Nos han puesto unas Ventanas de PVC fabricadas a medida con perfil exclusivo 100% alemán: herraje perimetral, soldadura invisible, máxima estanqueidad, vidrio con posibilidad de tratamiento, doble hoja sin poste central con doble maneta oscilobatiente y un amplio abanico de colores. Y sí, ya estamos notando que estamos ahorrando dinero en calefacción, porque evitan que el frío entre en la casa.
Ahora bien, también os digo que para poder ahorrar, la pareja tiene que llevarse bien, tiene que haber confianza y diálogo y saber que no siempre se pueden gastar las cosas cómo queremos. Por eso, otro de los consejos que os digo es que una pareja donde no hay confianza, donde uno no sabe lo que el otro gasta, es imposible hacer cuentas porque se juega desde la mentira.