¿Sois de vino o de cerveza?

No entiendo la lucha encarnizada que hay entre los consumidores de cerveza en los aperitivos y los consumidores de vino pero es impresionante. “Un aperitivo sin una cervecita bien fría no es aperitivo” dicen unos. “Esa ensañada solo se puede apreciar con una buena copita de vino blanco” dicen otros. Y yo digo que cada uno beba lo que le dé la real gana, ¿o no?

A mí un día me apetece tomar un refresco de cola y otro una cervecita pero como me ponga en plan exquisita igual me tomo una copa de vino ¿y qué? ¿Es que si cambio de bebida le estoy siendo infiel a alguien? De verdad que no entiendo esta pelea tan estúpida. Eso sí, la realidad es que tenemos el vino asociado a un tipo de persona más elegante, más pija, más cool y por eso tal vez choca contra la cultura de la cerveza pero en realidad no tiene sentido.

En mi casa siempre se ha tomado una cervecita los sábado y los domingos con el aperitivo, y es estupendo, pero luego llega un día señalado y compramos una botellita de vino. Ridículo ¿verdad? Por un lado tiene su sentido, y es que nadie debería beber alcohol a diario como rutina por lo que es normal que el vino se compre en momentos especiales, pero no por ser más guay o elegante, sino porque el alcohol debe consumirse de forma ocasional. Y lo mismo pasa con la cerveza, lo que ocurre es que la mayoría la tenemos más normalizada y la bebemos cada vez que nos sentamos con los amigos en la terraza de un bar o en los aperitivos de los fines de semana.

Como todos, yo tengo mi cerveza favorita y mi vino favorito. Para mí la mejor cerveza es la Mahou y el mejor vino el de Bocopa, me gusta mucho el Marina Espumante pero sobre todo el Marina Alta. Soy de blancos, ya se nota, no? aunque la semana pasada probé en una cena un vino tinto que estaba sabrosísimo y nada fuerte, no recuerdo cuál era pero sé que fue mi prima que le dio por comprar vino tinto con denominación de origen de la web que os pongo en el enlace.

Lo de la denominación de origen es otra cosa que no entiendo. A ver, ¿qué más me da a mí si el vino es de Jumilla, de La Rioja o de Alicante si está bueno? Se supone que el hecho de que tengan denominación de origen le aporta un plus de calidad al vino, pero a mí me da igual de donde provenga la cerveza y me la bebo igual así que el vino no debería ser diferente. ¿Y por qué digo esto? Pues básicamente porque la cebada o la malta de donde sacan posteriormente la cerveza también procede de unos campos y de una agricultura en una ubicación concreta pero luego nos da igual, no le ponemos la etiqueta de denominación de origen, DO, sino que nos guiamos por el sabor que le da la marca o el tipo de cerveza. No es lo mismo una cerveza de trigo, que de malta, que de cebada e incluso de mantequilla (a lo Harry Potter), pues lo mismo debería ocurrir con el vino. En mi opinión, puede ser de un tipo de otro, procedente de una variedad de uva o de otra, pero me da igual si la vid estaba plantada en Castellón o en San Sebastián. Eso a quien le debe importar es al agricultor que es quien debe saber qué variedad de uva puede o no plantar en función del terreno que tenga y del clima que haya, ¿no?

Al final lo único que demuestro con todos estos comentarios es que soy una inculta del vino y que no tengo ni la más remota idea de nada pero la verdad es que así, sin saber mucho de nada, creo que mi razonamiento tiene su lógica, ¿o no?

Aunque eso no nos explica el motivo por el cual existe esa pelea entre el vino y la cerveza. De hecho, hay veces que incluso utilizamos esa frase en eventos como si fuera una norma o algo: si te gusta algo no te puede gustar lo otro.

Recuerdo una boda en la que me tocó sentarme al lado de una señora que no conocía de nada pero que me contó su vida en prosa y en verso, pero el caso es que cuando llegó el camarero a servir las bebidas la señora le dijo: “yo es que soy de cerveza, no me pongas vino”. Pues yo soy de cerveza, y de vino, y de agua, y de refresco y todo depende del pie con el que me levante y de lo que me apetezca ese día tomar, básicamente. Pero oye, si la señora es de cerveza no le pongas una gota de vino en la copa, ¿no? Ya tomó su decisión.

¿Elegancia o pijerío?

Por otro lado, muchas veces pienso que aquel que se denomina bebedor de vino y que rechaza la cerveza tiene más tontería en el cuerpo que otra cosa, y me explico: lógicamente te puede gustar la cerveza y no el vino, y viceversa, y no hay ningún problema, pero todo aquel que anda como si pisara sobre algodones y va de “elegante” diciendo que solo bebe vino es más un pijo que se quiere hacer el guay que otra cosa.

A mí no me gusta el vino tinto demasiado, pero sí me encanta el blanco y no voy por ahí pidiéndome una copita de vino blanca para bebérmelo con el meñique levantado igual que hacía la elite inglesa cuando bebía té allá por el siglo XIX. Sin embargo, las personas de las que hablo, piden la copita de vino para bebérselo a mini sorbos con boquita de piñón y zapatos elegantes. A esa gente yo le digo: por muy estereotipado que esté el hecho de beber vino, sigue siendo una bebida alcohólica igual de dañina, o no, que la cerveza, así que menos tontería y más beber lo que te gusta simplemente porque te gusta.

¿Y tú qué bebes, vino o cerveza?