A lo largo de nuestra vida, pueden producirse todo tipo de situaciones insospechadas. Incluidas las adversidades legales. En estas cuestiones que a nadie agradan, pueden darse diversas circunstancias que deriven en la necesidad de contar con ayuda legal especializada. Es decir, un abogado. Tanto si se trata de orientación legal como si hay que recurrir a los tribunales, los profesionales del derecho, cuentan con la preparación necesaria para solventar cualquier situación dentro del mundo legislativo.
Si bien es cierto que en determinadas situaciones, pueden realizarse las mismas funciones que realiza un abogado por uno mismo, la mejor opción, es siempre contar con un abogado, para todo tipo de cuestiones legales. De hecho, aunque existen trámites y reclamaciones que un ciudadano puede realizar en primera persona, lo cierto es que si las acompaña un abogado, se les concede la importancia que merecen. Cuando el ciudadano actúa por sí mismo, suele ser ignorado. Aunque no debería ser así, si no es obligatoria la representación legal, debería tenerse en cuenta de la misma manera. No obstante ya sabemos cómo funciona la justicia, es ciega y eso la convierte en lenta y, a veces en injusta. Por lo que un buen abogado, es la solución a los problemas legales, sea cual sea su relevancia.
Ahora bien, dentro del mundo de la abogacía, también hay profesionales que mejor no contratar, por lo que hay que saber cómo buscar y encontrar al abogado más adecuado para defender nuestros intereses. A la hora de necesitar ayuda legal, pueden darse dos situaciones: tener dinero para costearse el abogado o no tener medios y, por tanto recurrir al turno de oficio. En este último caso, poco podemos hacer, nos conceden uno y no se puede elegir. Pero cuando uno mismo se costea su defensa legal, si se puede elegir, por lo que hay que hacerlo con conciencia.
Un abogado para cada situación
Llegado el momento de tener que buscar un abogado, para recibir la mejor representación legal, es necesario elegir al adecuado para cada caso. Tanto si se trata del ámbito penal, el civil, el laboral o el familiar, un buen abogado especializado en la rama concreta, puede marcar la diferencia en el resultado. Por lo que para saber cómo elegir al mejor abogado para cada situación, hemos acudido a los profesionales de Abogados Santander que cuentan con abogados especializados en cada rama del derecho.
Lo primero que debemos tener presente es lo que hace un abogado. De hecho, un abogado tiene más funciones que la de representante legal en un juicio. Estos profesionales del derecho, tienen la función principal de asesorar y representar a las personas en diversos procedimientos legales. La misión de un abogado es garantizar que los derechos de sus clientes se respeten y las leyes se apliquen de manera justa. En función de su especialización, pueden actuar en diferentes ramas del derecho como puede ser el penal, el civil, laboral, mercantil…
Siendo así, cuando toca elegir un abogado, hay que buscar al más adecuado para cada situación. Existen, por lo tanto, algunos factores a tener en cuenta a la hora de garantizar que se toma la mejor decisión. Algunos de los factores clave a tener en cuenta son los que siguen a continuación:
- Especialización. Resulta esencial asegurarse de que el abogado en cuestión, esté especializado en el área del derecho necesaria para abordar el caso. No es lo mismo contratar un abogado penalista que uno especializado en derecho de familiar. La especialización garantiza que el abogado posea los conocimientos necesarios para abordar el caso y manejarlo con eficacia.
- La experiencia es un grado y en el caso de los abogados, es uno de los factores más importantes. Contar con un abogado que tenga experiencia de años en una rama en particular, con un historial de casos ganados, es la mejor opción. Por lo que hay que consultar las referencias con las que cuenta, aportadas por otros clientes.
- Comunicación. Una comunicación efectiva es clave en una relación entre abogado y cliente. Elegir un abogado que sea capaz de explicar con claridad los aspectos legales de un caso, los posibles resultados y los pasos que hay que seguir, es fundamental.
- Los honorarios que cobra un abogado pueden variar en gran medida, sobre todo a razón de su experiencia, la especialización y la complejidad que presente el caso. Resulta importante tener una idea clara de los costes que el abogado cobra por sus servicios.
- Confiar en el instinto. Quizá es el último factor a considerar, pero no por ello, resulta menos importante. Es fundamental confiar en el instinto personal a la hora de elegir. El abogado a contratar debe hacer que te sientas cómodo y seguro, además de proporcionarte la confianza necesaria para representarte de forma efectiva y justa.
Lógicamente, elegir un abogado es un proceso importante que, debe realizarse con el cuidado y la atención necesaria. Asegurarse de que el abogado disponga de la especialización adecuada para el caso en cuestión, es clave para que el proceso legal, tenga éxito. No todos los abogados son iguales y, en consecuencia, no son adecuados para todas las situaciones legales.
Diferentes tipos de abogados
Dado que cada tipo de caso, requiere de un tipo de abogado, existen abogados especializados en cada área específica del derecho. Los más comunes son los que citamos a continuación.
Uno de ellos, es el abogado penalista. Se trata dela abogado que se ocupa de la defensa de personas que están acusadas de cometer delitos. Da igual si se trata de delitos menores o de mayor gravedad. Cuando se enfrenta un proceso penal, contar con un buen abogado penalista es la clave que puede marcar la diferencia en el resultado del proceso judicial.
Por otro lado, encontramos el abogado civil. Este tipo de abogados, está especializado en la resolución de conflictos relacionados con los contratos, la propiedad o daños a terceros, entre otros asuntos legales no penales.
El abogado laboral es el más adecuado en aquellos casos en los que se produce un problema con el empleador, como puede ser un despido injustificado o los problemas derivados con los derechos laborales del trabajador.
En cuestiones de familia, el abogado de familia, es el que asiste casos de divorcio, guarda y custodia de los hijos, pensiones alimenticias o problemas legales de índole familiar.
Cuando hay que enfrentarse a un juicio, tanto si se trata de un asunto que cae en un tribunal de justicia civil, como si es el caso de una corte penal, contar con los servicios de un abogado es fundamental e imprescindible. Que el profesional elegido, tenga la experiencia necesaria en este tipo de litigios, puede mejorar de forma significativa las posibilidades de que el fallo sea favorable. La labor del abogado, no es únicamente la defensa de su cliente, al mismo tiempo, deben gestionar todo lo relacionado con el proceso legar. Desde la recopilación de las pruebas necesarias, hasta la negociación de los posibles acuerdos.
La necesidad de contar con un abogado es variada y depende de la situación en particular. Por lo general, es imprescindible para contar con protección legar, ya que garantiza que los derechos sean respetados y puedan tomarse las decisiones correctas dentro de cada fase del proceso legal en cuestión. A su vez, son esenciales para la resolución de conflictos, los que se producen entre personas o con otras entidades. El abogado puede y debe, ayudar a su resolución de manera eficiente y profesional. Además, son los más cualificados para brindar asesoría especializada. En muchos casos, el derecho es tan complejo como complicado, por lo que es indispensable, contar con la asesoría de alguien especializado en la materia.
Por lo tanto, en el caso de estar buscando abogado, tanto si se trata de resolver un problema penal, como si es una disputa laboral o cualquier otro asunto legal, lo más importante, es tomarse el tiempo necesario hasta encontrar el abogado más adecuado. No hay que dejarse llevar por la primera opción que aparezca, hay que buscar al mejor abogado especializado para cada caso en cuestión. El abogado es el aliado perfecto a la hora de proteger los derechos legales.
En resumidas cuentas, hay que buscar referencias y opiniones, conocer el historial del profesional y su trayectoria, evaluando su capacidad de comunicación y la disponibilidad que tiene, antes de tomar la decisión final. Como ya hemos comentado, todo esto no sirve de nada si el instinto no nos acompaña. Es indispensable que nuestro instinto nos acompañe a la hora de elegir. Si el abogado en cuestión, no nos hace sentir cómodos o seguros, lo mejor es seguir buscando hasta encontrar al profesional más adecuado para cada necesidad legal.
Elegir un abogado es crucial para que el proceso legal tenga el éxito esperado. Por lo que la elección debe llevarse a cabo con el cuidado y la atención necesaria. Solo de esta manera, es posible obtener el mejor resultado posible. Así que, llegado el caso, no cabe la duda, hay que ponerse en contacto con abogados expertos en la materia que corresponda y, a partir de ahí, decantarse por el que más nos guste para llevar a cabo el proceso judicial.



