Onicofagia

Morderse las uñas es un mal hábito, detonado por los nervios o la ansiedad, del cual muchas personas son víctimas. El problema es que, aparte de desmejorar nuestra estética, de ser malo para nuestras uñas, y de verse muy feo, también es perjudicial para nuestra salud oral.

La onicofagia, como también se le llama a este mal hábito, afecta a personas de todas las edades, desde pequeños hasta los más grandes, trayéndoles problemas bucales como por ejemplo, daños a la estructura física del diente, aumento del riesgo de infecciones por hongos y verrugas en la boca, además de deformaciones en la cutícula y en los dedos.

Si quieres saber más información sobre esta afección y como evitarla, sigue leyendo que los expertos en salud bucal Clínica Dental La Chicuela en Cáceres nos lo cuentan todo.

¿Qué es la onicofagia?

Como dijimos, este el otro nombre que se le da a la tendencia a morderse las uñas, ya sea por nervios, ansiedad o por siempre aburrimiento.

Se estima que entre el 45% y 60% de menores lo padecen, aunque también es un problema que podemos ver en adultos, en fin, la edad no es una determinante.

Lo malo de esto es que afecta nuestra estética (de manos y dientes), además de nuestra salud dental.

Es importante acotar que la onicofagia es un trastorno importante y que se debe tratar como tal.

¿Por qué nos mordemos las uñas?

Las razones por las que caemos en este mal hábito, el cual, muchas veces se convierte en una adicción muy difícil e dejar, son variadas.

En muchos casos es un hábito que adquieren los niños por pura repetición, por ejemplo, porque sus padres lo hacen y los niños lo copian, como cambian tantas otras cosas en su etapa de crecimiento y exploración y entendimiento del mundo y de como son las cosas.

Luego, si el hábito más bien se adquiere en la adolescencia, puede deberse más a hábitos de ocio como morder la tapa del bolígrafo u otros.

No obstante, no importa en la etapa de la vida que se adquiera el hábito, ni el motivo por el que comience, la razón de trasfondo suele ser una conducta compulsiva e incontrolable que se cronifica convirtiéndose en un problema grave.

Finalmente, aunque no existen demasiados estudios que confirmen los orígenes de la onicofagia, se piensa que esta muy relacionada a una personalidad nerviosa, ansiosa, a una vida con mucho estrés, por sentimientos de frustración, o debido a una baja autoestima o a una timidez excesiva.

¿Cuáles son las consecuencias de morderse las uñas?

El hábito de comerse las uñas podría romper, astillar o desgastar tus dientes frontales, y en especial, para aquellas personas que están bajo un tratamiento de ortodoncia, también se ponen en riesgo  de reabsorción radicular o pérdida dental, debido a la presión de los dientes.

A continuación, Clínica dental La Chicuela nos cuenta cuales son las consecuencias que puede acarrear la onicofagia:

  • Problemas de estética. Por supuesto, la primera consecuencia negativa recae sobre nuestros dedos y cutículas, ya que afectamos su estética.
  • Bacterias e infecciones. Para modernos las uñas, necesitamos llevarnos nuestras manos a la boca, incluso cuando están sucias, lo que facilita el contagio de bacterias u hongos que podrían provocarnos una infección. Así, entre las bacterias más usuales que podemos coger son las Staphylococcus o la Escherichia Coli, que causan la aparición de hongos y herpes. Recuerda que justamente es debajo de nuestras uñas que se alojan todas las bacterias o virus con los que nuestras manos entran en contacto en las diferentes actividades de nuestro día a día. Lo preocupante no solo es que esto afectará la salud de nuestros dientes, sino que también se verá reflejado en nuestra salud general ya que podría llegar a causar alteraciones en el aparato digestivo (vómitos, diarreas, etc.).
  • Desgaste dental. Cuando nos mordemos las uñas ejercemos presión sobre nuestros dientes, lo cual les provoca estrés, en especial si usas ortodoncia, y esto a la larga desgasta los dientes. Además, puede ser la causa de la erosión del esmalte y microtraumatismos en las piezas dentales.
  • Problemas en la encía. Asimismo como se origina un desgaste en los dientes, lo mismo pasa con las encías, las cuales también sufren del riesgo de bacterias, virus y desgaste al entrar en contacto con nuestros dedos.
  • Caries. Las bacterias que entran a nuestra boca, traen otros problemas consigo como por ejemplo, la aparición de caries, las enemigas número uno de la salud bucal.
  • Asimismo, las bacterias contribuyen a la aparición del mal aliento o halitosis, debido al traspaso que ocurre cuando nos mordernos las uñas; es decir, un contacto de microorganismos infecciosos con la boca.
  • Alteraciones en la mandíbula. Al mordernos las uñas, estamos realizando un movimiento de mordisqueo constante que a la larga, puede traer problemas a nuestra articulación temporomandibular o ATM, como por ejemplo, problemas para abrir y cerrar la boca, en la masticación de alimentos, dolor de cabeza, de oído y de mandíbula.
  • Bruxismo. La presión que se genera durante dicho movimiento también puede generar un caso de bruxismo, haciendo que la persona pase por problemas como dolores de cabeza y faciales, encías retraídas, sensibilidad dental e incluso pérdida dental.
  • Pérdida de la pieza dental. Esto solo sucede en los casos más extremos, en los que los dientes después de pasar pro caries desgaste, estrés, comienzan a astillarse, fracturarse, e incluso romperse.

Consejos para dejar de morderse las uñas

Como ya vemos, es mucho lo que perdemos por modernos las uñas en términos de estética y salud bucal, por lo que es importante que si se tiene este hábito, se asuma, se le da la importancia que merece y se hagan los esfuerzos necesarios para eliminarlo de nuestra vida.

Sabemos que es difícil, porque ya una vez hemos adquirido un hábito es muy difícil cambiarlo, más aún si es un hábito incontrolable que viene detonado por cuestiones psicológicas como estrés, ansiedad o problemas de autoestima, cosas que no son nada fáciles de manejar. No obstante, no nos debemos detener y hacer acopio de fuerza de voluntad y mucha perseverancia hasta lograr vencerle.

Muchas veces puede ser necesario obtener ayuda psicológica para atacar el problema desde la raíz, por ejemplo calmando nuestro estés o ansiedad o trabajando en nuestro autoestima y autoconfianza.

Además, hay muchos remedios caseros y medidas que podemos tomar por nosotros mismos y que nos van a ayudar a tener éxito en esta misión. Algunos son:

  • Mantén tus uñas cortas. Piénsalo, si tienes uñas cortas, tienes menos que morder y también será menor la tentación. Igualmente sirve, tenerlas pintadas porque esto te lo hace más difícil.
  • Mantén tus manos ocupadas. Escribiendo, en el ordenador, trabajando… será difícil soltar lo que estás haciendo para darles una mordía.
  •  Productos para manos. Existen ciertos productos en el mercado que al ponértelos en las uñas, les da mal sabor, por lo cual no te quedarán ganas de seguírtelas mordiendo. Por ejemplo, tienes unas pinturas de uñas con sabores amargos, que además de mantenerlas bonitas, te mantendrán a raya de morderlas.
  •  Sustituye el hábito. Si lo que necesitas es estar mordiendo algo para calmar tu ansiedad o tu nerviosismo, puedes mascar chicle o regaliz. No obstante, estos hábitos tampoco son los más amigables con la salud  de nuestros dientes, ya que son productos muy dulces que potencian la aparición de caries. Lo mejor es optar por un habito saludable como apretar una pelota antiestrés o cualquier accesorio que ejercite tus manos y las mantenga ocupadas.
  • Acude a realizarte la manicura con regularidad. Si inviertes tiempo, y mas importante aún, dinero, en el arreglo de tus uñas, te aseguramos que te lo pensarás dos veces, y hasta tres, antes de mordértelas y dañar lo bonito del trabajo de manos, y por supuesto, desperdiciar todo ese dinero y el viaje a la peluquería.
  •  Identifica tus estresores. También es muy importante aceptar que tenemos un mal hábito, literalmente entre manos y reconocer aquellos detonantes del mismo. Podría tratarse de desencadenantes físicos, como la presencia de padrastros, o emocionales como el estrés, la ansiedad o el aburrimiento. Si lo haces, también podrás descubrir como evitar estas situaciones y desarrollar un plan para detener el hábito.
  •  Intenta dejar de hacerlo de forma gradual. Los hábitos no se pueden cortar por lo sano y así de simple, tenemos que irlos dejando atrás de forma gradual y a sabiendas que será un proceso largo y con altibajos. De hecho, los mismos especialistas recomiendan hacerlo de esta manera. Intenta dejar de morderte un dedo primero, cuando lo logres, pasa al otro y así cuando superes la mano entera.
  • Acude con tu especialista. Es bueno que acudas con tu especialista en salud bucal para que este te pueda asistir en todo tu proceso, a identificar las causa y como atacarlas y a ir evaluando tu progreso e irte dando nuevas herramientas. Además, es importante que revise tu boca para asegurar que ya no se estén presentando problemas que haya que corregir.
Comparte este artículo
Últimas publicaciones

¿Cómo escoger tu clínica dental y no equivocarte?

Elegir una clínica de salud dental no siempre es sencillo. En dentallapaz.com nos han comentado que muchos pacientes llegan a…

Consejos para elegir dentista de calidad

Una buena parte de los españoles tiene pánico al dentista. Entre las razones de ese miedo, como nos dicen desde…

Cuida tu salud sin dejar de disfrutar de la comida.

¿Te sabes eso que dicen de que saltarse el desayuno es lo mejor para perder peso o el famoso consejo…