¿Se puede aprender a cantar?

Estamos acostumbrados a escuchar grandes voces y pensar o decir cosas como “vaya chorro de voz”, “tiene un gran talento” o cosas similares. Pero no reparamos en el esfuerzo que hay detrás de cada interpretación. Normalmente escuchamos el resultado final, sea gravado o en directo, de ensayos, ensayos y más ensayos. La práctica es fundamental para cantar bien y, si bien es cierto que muchos nacen con la lección casi aprendida y poseen todo lo necesario para cantar como los ángeles, muchos otros desarrollan su talento con el tiempo.

Ante la pregunta que da pie a este artículo, podemos decir que sí. Se puede aprender a cantar y hacerlo bien, pese a que no hayas nacido con ese particular talento. Aprender a escuchar tu propia voz, corregir las notas incorrectas, ajustar las cuerdas vocales y el timbre de voz, controlar la respiración y, en consecuencia, ser cantante, sea con una finalidad profesional o para disfrutar de sus propias versiones de canciones ajenas en casa, sin perturbar a los oyentes.

Del mismo modo que se hace con un instrumento musical se puede hacer con las cuerdas vocales. Solo hacen falta las ganas para dominar la técnica y cantar a pleno pulmón sin desafinar. Puedes hacerlo en modo autodidacta o apuntarte a una escuela de canto como MEV, donde profesionales del canto, te ayudarán a perfeccionar la técnica y desarrollar todo tu potencial.

No obstante, vamos a contaros en este post, algunas cosas sobre el aprendizaje autodidacta para mejorar los tonos de la garganta, perder el miedo y aprender a cantar en tus ratos libres. Para lograrlo, lo primero que tienes que tener claro, es que necesitas ganas y constancia. Practicar, practicar y practicar, es esencial para interiorizar lo necesario y llevarlo al máximo nivel. Si te interesa el tema, sigue leyendo.

Preparación para realizar la acción

Antes de lanzarse al estrellato y participar en algún casting o deleitar a los oyentes sin que quieran salir corriendo ante tus agudos, conviene prepararse. Como ya hemos adelantado, y todos sabemos de sobra, hay personas que nacen con el talento innato de cantar bien. Aun así, con la práctica mejoran. Claro está que si cantas bien sin más, no dejaras de cantar en todo momento, sobre todo cuando suene tú música favorita o esa canción que tanto te gusta cantar a solas. En este momento, hay que preparar el cuerpo, hay que adoptar una buena postura para propiciar el canto.

Eso hace inevitable una preparación previa, tanto física como mental. Hay que colocarse bien, tener una buena postura es esencial, como sucede con el deporte, permite alcanzar la potencia máxima, en este caso, de la voz. Una regla básica en este punto es mantener una posición erguida, sea de pie o sentado. Las piernas paralelas, los hombros separados y muy rectos, con los pies firmemente apoyados en el suelo.

La espalda recta, permite al principiante abrir la caja torácica y cargar los pulmones al completo. Mantenerse derecho, posibilita obtener notas preciosas y mejor vocalización, con precisión y exactitud. Otra regla elemental: la respiración. La voz se considera un instrumento de viento, por lo que la respiración, supone el ochenta por cien del canto. Realizar ejercicios de respiración lenta y profunda, estimula los músculos del abdomen, esos que potencian la voz y la convierten en vozarrón.

Por mucho que leamos en un libro, no hay nada mejor que escuchar al cuerpo. Cuando se empieza con esto del canto, es posible tener la intención de desarrollar un estilo propio, pero no se está seguro de poder lograrlo solos. Es fácil tener la intención de contratar a un profesor de canto o recurrir a una escuela, pero en algunos casos, no es posible, por lo que aprender por uno mismo, es la opción. Ahí entra en juego el valor de la escucha. Hay que escucharse a uno mismo cantando, desarrollar el oído musical y, por supuesto, creerte capaz de aprender.

Entrenamiento de las cuerdas vocales, trabajo y perseverancia, ayudan a confiar y cobra consciencia de que es posible cantar bien aunque no se tenga ese talento. Aunque algunas personas cuenten con mayor facilidad para el canto, siempre se puede corregir y mejorar lo que no funciona. Así que, toca grabarse y escucharse, a ver qué pasa y como mejoramos con la práctica.

Una vez que ya conoces tu voz, hay que exprimirla. Como base para lograr que una voz suene como queremos hay que contar con cinco elementos:

  • La respiración. Se trata de algo natural e inevitable. Se realiza sin más, pero respirar al tiempo que se canta, es otra historia. Requiere técnica y control de la misma con el diafragma.
  • Dicción. Una buena pronunciación es esencial para que se entienda lo que se dice, es una habilidad que se puede practicar para mejorar.
  • Conocer los tiempos de inicio y parada a razón de las notas que componen la melodía, es otro de los aspectos clave para cantar bien.
  • Colocación. La altura es la calidad de la nota que se canta, lo que permite hacer una clasificación como sonido alto o bajo. Al cantar, se pretende que las notas coincidan con las vocales y mantener la clave de la melodía mientras se avanza por la partitura.
  • Cada voz es única, así que, hay que cuidarla y conocerla.

Ejercitar las cuerdas vocales

Volvamos a la analogía del deporte: cantar es como practicar deporte. No puedes lanzarte a una carrera sin calentar y practicar previamente. Tampoco puedes lanzarte a cantar los últimos éxitos de tu cantante favorito sin calentar las cuerdas vocales, es decir, la voz. Sobre todo si te vas a enfrentar a un concierto o representación. Del mismo modo que el pianista calienta sus dedos o el saxofonista toma aliento, las cuerdas deben ponerse a tono.

Para lograr ese calentamiento adecuado, hay que realizar una serie de ejercicios vocales en una escala media, pasar a una grave y de ahí, a una aguda. Al retornar a la escala media, se repite otras dos o tres veces más, hasta que la voz se tense.

A continuación, empieza a cantar subiendo el volumen de forma gradual, luego disminuye el mismo, para agrandar la tesitura vocal. La cosa no queda ahí, ahora toca cantar las notas en Do mayor, incluyendo los semitonos, para bajar de nuevo al Do. Al entonar todas las notas, se optimiza la agilidad y flexibilidad de la voz.

Nos queda practicar esta escala veinte o treinta minutos al día para fortalecer las cuerdas vocales, encontrar el registro (tenor, barítono, soprano…).Recuerda que todos los cantantes han pasado por estos ejercicios para mejorar su técnica y apreciar el potencial de su voz.

Cuando te sientas preparado y hayas adquirido todos los conocimientos y conceptos básicos, llega el momento de la verdad. Toca escucharse sin filtros, es la mejor manera de seguir aprendiendo. Grabarte es la mejor manera de que seas consciente de tus cualidades, los defectos que te acompañan al cantar y trabajar en ello para corregirlos y perfeccionarte.

Al realizar vocalizaciones, es esencial la articulación correcta. Al grabarte pues comprobar lo que cantas y como lo cantas. Escucharte y verte, te hará reparar en tus defectos al formar una nota, los gestos y expresiones de la cara para corregirlos si no te gustan, escuchar las notas con atención y comprobar si están afinadas, así como el timbre, la tesitura y la resonancia de tu voz. También te permite mejorar la altura de las notas.

Cuando tomes la decisión de dar el paso y grabarte, elige una canción que conozcas bien y te guste cantar. Cantarla una primera vez mientras lo grabas y después, ves el video para corregir los fallos en la siguiente interpretación. Repite esta tarea hasta que te sientas plenamente satisfecho con tu actuación para ti mismo o misma. Luego, si te da un arranque de valentía, compártelo con alguien de confianza para que te dé su opinión y seguir avanzando.

El camino para convertirse en cantante es más largo que estos párrafos. Sin embargo, con esto solo queremos hacer ver que se puede aprender a cantar. Hacerlo de forma autodidacta es posible y hacerlo de forma exacta también. Para desarrollar el talento o simplemente adquirir la técnica, existen herramientas como tutoriales o escuelas online.

De lo que no cabe duda, es que todos los cantantes, con o sin talento, más o menos conocidos, han pasado por todas estas etapas y formación.  El camino puede parecer difícil, sobre todo si eres autoexigente, lo importante es no desesperar y adquirir la confianza necesaria que te impida tirar la toalla, antes de averiguar el potencial que posees.

Poco a poco y paso a paso. Cada cosa en su momento y sin preocuparse demasiado, pero siendo constante, es posible llegar a cantar lirico si pones todo tu empeño. Lo más importante, volvemos a repetirlo, es la constancia. Realizar los ejercicios referidos y todos aquellos que puedas encontrar en tutoriales o cursos online, te ayudarán a ganar en confianza y soltura. Una vez pierdas el miedo a volar… volarás, aunque en este caso sea con las alas de la voz.