Atención dental integral

Se recomienda visitar al dentista 2 veces al año. En estas visitas el dentista comprueba la salud de nuestra boca y realiza un seguimiento. Casi todas las enfermedades relacionadas con los dientes y las encías se pueden prever y corregir en sus inicios. Las enfermedades que sufren nuestros dientes están interrelacionadas. Gran parte de ellas tienen su base en la alimentación y en no realizar una correcta higiene bucodental. De ahí lo importante que es visitar clínicas que puedan resolver cualquier problema que surja en nuestra boca. Que nos ofrezcan una atención dental integral.

Los problemas en los dientes tienden a agravarse, ocasionando molestias mayores. El caso más conocido son las caries. Una infección bacteriana que puede hacerse crónica. Viene producida por la concentración de bacterias, motivada, en gran medida, por el consumo frecuente de bebidas azucaradas, snacks y una limpieza dental deficiente. Las bacterias producen unos ácidos que van corroyendo el esmalte y la parte mineralizada de los dientes. En un principio no es dolorosa, pero esta avanza hacia el interior de la pieza dental, la pulpa, la parte blanda por la que transcurren los nervios y los vasos sanguíneos. Cuando alcanza esta zona se produce el famoso dolor de muelas. Las bacterias atacan las terminaciones nerviosas e intentan entrar en el torrente sanguíneo. Puede generar sensibilidad dental y el famoso flemón. En este caso se ha de recurrir a la endodoncia. Una intervención para intentar salvar el diente original. Se extrae la parte de la pulpa dañada, se sella la zona, lo que vulgarmente se conoce como matar el nervio, y se reconstruye el esmalte erosionado. En ocasiones, esto no es suficiente y no hay más remedio que extraer el diente.

Un caso más grave son las enfermedades periodontales. El sangrado habitual de encías puede indicarnos que estamos sufriendo una gingivitis. La placa bacteriana entra en la encía abriendo huecos en el tejido gingival, aquel que recubre la base de los dientes. Podemos sentir dolor al masticar y es frecuente que las encías sangren durante el cepillado. Si no se erradica a tiempo, la gingivitis evoluciona a periodontitis. Se van creando bolsas entre la encía y el diente que se rellenan de placa dental, bacterias y sarro. A medida que las bolsas se hacen más profundas, las bacterias atacan al hueso alveolar y a la raíz del diente, provocando que se caiga.

Para tratar las enfermedades que sufren nuestros dientes se realizan diversos tratamientos en los que participan otros profesionales médicos, aparte del dentista.

La ortodoncia.

Es una especialidad de la odontología que se trata de corregir y subsanar problemas en la mala colocación de los dientes y la mala conclusión de la dentadura. Es ejercida por el ortodoncista, un médico formado en facultades de medicina u odontología con una formación posgrado de 3 años.

Estas malformaciones se corrigen ejerciendo presión sobre la dentadura y la mandíbula, forzando una correcta colocación del diente. La ortodoncia tradicional, empleaba los brakets, unos apósitos que se adherían a los dientes y se tensaban mediante un nervio, normalmente metálico, hasta colocarlo en la situación deseada. Los brakets podían ser visibles o traslúcidos. Empleando materiales diversos como acero inoxidable, cerámica, zafiro o termoplástico.

La tecnología en este campo ha evolucionado tanto que en muchas clínicas se realiza la llamada “ortodoncia invisible”. Los antiestéticos aparatos bucales son sustituidos por féculas transparentes hechas a medida con termoplástico al vacío. Son como fundas de toda la dentadura fabricadas a partir de una recreación por ordenador en 3D de la dentadura del paciente. Cada 15 días se sustituye la fécula removible por una nueva adaptada a la evolución de dentadura, guiando progresivamente los dientes mal colocados a la posición correcta.

La implantología.

Estos tratamientos se centran en sustituir las piezas dentales perdidas por prótesis hechas a medida mediante la utilización de implantes dentales. Permite la colocación de dientes aislados, conjuntos de dientes, puentes, medias arcadas, arcadas completas y dentaduras. Para elegir el implante adecuado y su colocación interviene un cirujano dental, que ha realizado un estudio previo de la dentadura del paciente.

Los implantes son enganches, normalmente fabricados en titanio, que sustituyen la raíz  del diente caído. El titanio posé una gran fortaleza, absorbe la carga que se deriva del masticado de los alimentos impidiendo que la prótesis se mueva, es compatible con el organismo humano y permite una soldadura natural con la estructura ósea de la mandíbula. Este sistema de recomponer la dentadura respeta el tejido óseo alveolar sobre el que se sustenta la dentadura original del paciente.

Sobre el implante se coloca la corona, un diente artificial fabricado a medida por un protésico dental con materiales duraderos de alta calidad que simulan la forma que tendría el diente del cliente en perfectas condiciones y la tonalidad de los dientes colindantes, para que pase desapercibido a la vista.

Se pueden implantar conjuntos de dientes y dentaduras completas sobre implantes dentales colocados estratégicamente, haciendo que tengan la misma consistencia y estabilidad que una dentadura original. Una opción que sustituye a las clásicas dentaduras postizas, devolviendo la funcionalidad a la dentadura original deteriorada.

En algunas caídas de dientes, por enfermedades periodontales o por dejar pasar demasiado tiempo hasta efectuar el reemplazo, se produce una pérdida del tejido óseo original del paciente. Esto afecta a la eficacia de la dentadura y dificulta la implantología. En la actualidad se puede regenerar el hueso maxilofacial perdido mediante métodos mínimamente invasivos. La regeneración guiada crea una estabilidad ósea sobre la que colocar nuevos implantes.

Blanqueamiento dental.

La estética dental o blanqueamiento dental es un conjunto de técnicas que reducen varios tonos el color de los dientes, haciéndolos más blancos y brillantes. Los dientes, con el tiempo, cambian de tonalidad, volviéndose más amarillos u oscureciéndose. Sucede por razones internas: envejecimiento de la dentadura, exceso de flúor o como efecto secundario de algunos medicamentos. O por razones externas: Fumar, tomar té, café, mate, vino o por los pigmentos que contienen algunas pastas dentífricas.

Para alcanzar este fin existen distintos tratamientos. El más eficaz es el blanqueamiento por láser. Se realiza en la clínica dental y tras aplicar un gel concentrado en la dentadura del paciente, se activa mediante el empleo de rayos láser de luz fría de arco completo. Se perciben los efectos desde la primera sesión. Es lo más parecido a un blanqueamiento instantáneo. El problema de este tratamiento es su agresividad, ya que afecta al esmalte natural de los dientes; por eso, en muchas clínicas dentales su sustituye el láser por luces led. Con este procedimiento se requieren más sesiones para observar su eficacia, pero es menos perjudicial para la dentadura.

Un tratamiento muy utilizado es el empleo de férulas. El dentista te fabrica una férula a medida con la forma de tu dentadura y te facilita un gel blanqueador. Tras aplicarte tú mismo el gel sobre la dentadura en casa, te colocas la férula durante el tiempo indicado, garantizando que el gel se aplica a toda la superficie de tus dientes. Requiere un seguimiento por parte del odontólogo para obtener el resultado óptimo y proteger la salud de tu dentadura.

Clínicas de atención dental integrada.

Debido a los distintos tratamientos que se realizan para tratar las enfermedades que sufren tus dientes y encías, es interesante buscar clínicas que realicen todos ellos, y que, por tanto, presten una atención completa a tu boca. Como hemos visto, en cada uno de ellos participan distintos profesionales.

Adrià, un joven de Mahón, Menorca, me comenta como en Clínica Balnc, tras acudir para que le recompusieran una muela picada, le propusieron hacer un blanqueamiento dental, algo que hacía tiempo quería hacer y no sabía dónde ir. “Fueron muy atentos y considerados conmigo. Me fui de allí muy contento.” – Me dijo.

Este formato de clínica se extiende con frecuencia por todo el país. Tener todas las especialidades relacionadas con la odontología en un mismo lugar ayuda a los pacientes que están preocupados por su salud bucodental a poder atenderla íntegramente. No tienen que estar pendientes de buscar tal o cual centro para realizar un tratamiento específico.

En estos centros te pueden aconsejar cuidados relacionados con otros aspectos de tu boca. Acudimos al dentista por una razón en concreto, un dolor de muelas, la caída de un diente, pero es probable que en tu boca existan otros problemas de los que no te habías percatado o que le restabas importancia. En una clínica de estas características pueden aconsejarte que revises otra faceta importante de tu boca y derivarte al especialista correspondiente.

Son instalaciones médicas completas, como lo puede ser un centro de salud, pero especializados en la salud dental. Atendiendo las distintas disciplinas que abarca su cuidado.

Las enfermedades dentales están relacionadas, un problema deriva en otro. Un mal cuidado de nuestra boca produce efectos en distintos ámbitos. Para atender a cada uno de esos problemas, la odontología se ha especializado en ramas que prestan tratamientos específicos. Es bueno para los pacientes acudir a clínicas que aborden las distintas especialidades y  tratamientos puedan ofrecer una atención dental completa.

 

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