El cáncer es una enfermedad que -lamentablemente- se cobra muchas vidas anualmente y de la que nadie está seguro de no llegar a padecer. Los enfermos de cáncer necesitan intentar tener una salud integral lo más óptima posible, según sus casos individuales, para evitar que complicaciones pequeñas se conviertan en graves problemas que pueden provocar que su condición de pacientes oncológicos se vea aún más afectada.
Veámoslo así, si tenemos un fuerte malestar general producto de una gripe a lo que se nos une un fuerte dolor de muelas, el dolor y la forma en la que nuestro cuerpo reacciona es completamente diferente, pues ya no solamente hay que atacar el malestar de la gripe, sino también lo mucho que pueden doler las muelas.
Si tomamos ese ejemplo y pensamos en los pacientes oncológicos, es terrorífica la cantidad de dolor y malestar que se puede llegar a sentir cuando a este se le suma alguna otra dolencia ya sea derivada del cáncer o por algún otro motivo, por lo que en la medida de las posibilidades, se debe cuidar que todos los otros aspectos de la salud integral del paciente estén en las mejores condiciones.
Para nadie es un secreto que cualquier cosa pequeña fuera de lo normal en la cavidad oral genera mucha incomodidad y malestar. Por ejemplo, una caries no atendida o un sangrado en las encías son situaciones que de primera instancia podrían molestar, pero que por línea general no requieren de una atención de urgencia. Pero, en el caso de los pacientes oncológicos que tienen sus defensas bajas y que están bajo tratamientos agresivos, cualquier pequeño detalle puede significar un dolor intenso que lo haga sentirse muchísimo peor.
Es por ello que en este tipo de pacientes se debe cuidar muy atentamente la salud bucodental, tanto a nivel preventivo como a la hora de aplicar los tratamientos odontológicos que sean necesarios. Para ahondar en el tema, contamos con la experiencia la opinión de expertos de la Organización Colegial de Dentistas de España , quienes nos explicarán todo lo que debemos saber sobre cómo abordar la salud oral en pacientes oncológicos.
La comunicación entre el oncólogo y el odontólogo es fundamental para el paciente con cáncer
Cuando se trata de un paciente con cualquier tipo de cáncer, es importante que su equipo médico este conformado por todos aquellos especialistas que sean necesarios para que la atención sea lo más integral posible. En el caso del odontólogo, es fundamental que entre especialistas exista una comunicación fluida y que ambos trabajen en conjunto, para evitar inconvenientes que hagan sufrir más y de manera innecesaria al paciente.
El tratamiento utilizado en los pacientes con cáncer, se basan en la administración de quimioterapia, radioterapia y cirugía dependiendo del tipo de tumor y ocasiona la aparición de efectos secundarios locales y sistémicos. Siendo una de las zonas más susceptibles la cavidad bucal, ya que los efectos tóxicos tanto de la quimioterapia como de la radioterapia le impiden que las células de la boca se renueven haciéndose la mucosa muy delgada y fácilmente ulcerable.
Las complicaciones bucales graves pueden llevar a interrumpir el tratamiento oncológico y comprometer la vida del paciente, por lo que es fundamental la comunicación entre ambos especialistas para que puedan idear la mejor estrategia para poder atacar los problemas derivados del cáncer.
Lo primordial en la relación odontólogo/oncólogo es la comunicación, el trabajo en equipo y la planificación a nivel de tratamientos y resolución de problemas derivados de la quimioterapia o radioterapia. Por ello, en el momento en el que se diagnostique el cáncer, se debe remitir a un odontólogo para que este haga una exploración clínica y radiográfica exhaustiva, de manera que se pueda tener un diagnóstico y pronóstico dental y periodontal de cada pieza dental.
Partiendo de allí, el dentista debe comunicar un plan de tratamiento para manejar la enfermedad oral antes, durante, y después del tratamiento oncológico, y en caso de que se necesiten realizar tratamientos de forma inmediata, se recomienda que se hagan antes de comenzar ya sea la quimioterapia o la radioterapia.
Durante el tiempo que el paciente esté en tratamiento oncológico, se deben planificar revisiones de rutina para que el dentista pueda ir actualizando la historia clínica en caso de que aparezcan complicaciones en la cavidad bucal. A su vez, el paciente debe estar atento a cualquier cambio que se pueda observar, por más diminuto o sin importancia que parezca, y comunicárselo a sus especialistas.
Complicaciones bucodentales producto de los tratamientos oncológicos
Como mencionamos antes, la lucha contra el cáncer va de la mano con tratamientos agresivos que pueden generar efectos secundarios en el organismo, pero que son fundamentales para salvar la vida de los pacientes, por ello, hay que estar especialmente atento a cualquier cambio que se produzca durante el tiempo que dure el proceso de aplicación. ya sea de la quimioterapia o radioterapia (según el caso). Por lo general, estas son las complicaciones que se presentan en la cavidad oral:
- Infecciones: La presencia de microorganismos en la boca es un factor de riesgo para la aparición de infecciones (bacterias, víricas o fúngicas- candidiasis). La cavidad bucal puede ser el posible origen de una sepsis. Si descontaminamos la boca más una buena higiene bucal, disminuye la mucositis, disminuye la bacteriemia, disminuye la infección por patógenos oportunistas y disminuye el riesgo de sepsis sistémica.
- Mucositis oral ulcerativa: Se puede manifestar como una sensación de quemazón que puede llegar a ser muy dolorosa. La mucositis aumenta el riesgo de infección bucal y del resto del organismo, pudiendo afectar la calidad de vida del paciente.
- Alteración/pérdida del sentido del gusto: debido al daño de los receptores del gusto.
- Sequedad bucal: La sequedad altera el mecanismo de limpieza de la boca y aumenta el riesgo de caries y enfermedad periodontal, En el caso de la quimioterapia el daño es transitorio y reversible en las glándulas salivares (se recupera a las 2-8 semanas). En relación a la radioterapia, la sequedad bucal es permanente.
¿Qué hacer antes, durante y después de tratamientos oncológicos?
Hay algunas recomendaciones a tomar en cuenta cuando se trata de atender la salud bucodental durante el tiempo que dure la aplicación de los tratamientos, estas son:
- Antes del tratamiento oncológico: Acudir al odontólogo al menos un mes antes del inicio del tratamiento para minimizar la aparición de complicaciones bucales y sistémicas. El odontólogo tratará las infecciones bucodentales presentes y aconsejará la extracción de dientes con pronóstico cuestionable y dientes impactados, así como la eliminación de prótesis mal ajustadas y brackets de ortodoncia.
- Durante el tratamiento oncológico: Evitar intervenciones dentales, como la reconstrucción con composite (empaste) o exodoncia, que deberán posponerse hasta el final del tratamiento oncológico. Además es importante beber líquido y mantener una correcta hidratación.
- Después del tratamiento oncológico: Mantener el estado de salud de dientes y encías, y tratar los efectos secundarios bucales del cáncer a largo plazo. Se debe evitar el uso de prótesis completas o removibles hasta después de un año de finalizar el tratamiento oncológico y esperar dos años para colocar implantes si ha recibido radioterapia. No se recomienda realizar ninguna intervención odontológica agresiva hasta pasado 6 meses desde la finalización de la quimio o un año de la radioterapia.
Cuidados del paciente durante los tratamientos oncológicos
El paciente debe participar activamente en el proceso de lucha contra la enfermedad en la medida de sus posibilidades, pues hay que entender que habrá momentos que el malestar no le permita realizar muchas actividades. Sin embargo es fundamental que cumpla con una rutina de higiene dental con algunas pautas como:
- Cepillar los dientes y encías con un cepillo de cerdas blandas 2 a 3 veces al día, durante 2 a 3 minutos. Se debe enjuagar el cepillo en agua caliente cada 15 o 30 seg para suavizar el cepillo y así reducir riesgo de trauma (Si llegase a ser necesario, se puede utilizar un cepillo de esponja con enjuague antibacteriano, para evitar maltratar demasiado la cavidad oral)
- Escoger el dentífrico cuidadosamente, utilizando un dentífrico con sabor suave (preferiblemente con flúor). En caso de presentarse irritación, el paciente puede cepillarse con una solución de una cucharadita de sal agregada a cuatro tazas de agua (1/4 de agua).
- Enjuagar la boca 3 o 4 veces durante el proceso de cepillado.
- Evitar enjuagues que contengan alcohol.
- Limpie con hilo dental suavemente una vez al día.
- Utilizar productos labiales para evitar la sequedad y el agrietamiento.
- En caso de padecer sequedad bucal, el enjuague bucal tal vez no sea suficiente para limpiar los dientes al finalizar una comida, por lo que se recomienda el cepillado luego de consumir alimentos, sobre todo si se trata de dulces o bebidas gaseosas.
Los pacientes con cáncer tienen un camino complicado por delante, por lo que cualquier cosa que pueda aliviar su malestar debe tratarse con especial delicadeza. El cuidado de la salud bucodental es fundamental para no aumentar las posibilidades de complicaciones que afecten la salud integral del paciente, además de evitar generarle más preocupaciones a una persona que está pasando por un momento difícil y que va a necesitar de toda su energía y fortaleza para salir victorioso de una enfermedad tan dura.