Muchas personas no se dan cuenta de la importancia real que tiene la salud dental hasta que comienzan a experimentar problemas que afectan a su vida diaria.
Los dientes, al igual que cualquier otra parte del cuerpo, pueden sufrir daños que impactan tanto la apariencia como la funcionalidad de la boca. Problemas comunes como caries, pérdida de dientes, desgaste o fracturas no solo afectan la capacidad de masticar bien los alimentos, sino que también pueden provocar dolor y, en casos más graves, infecciones que ponen en riesgo la salud en general. Además, estos problemas pueden influir en la autoestima, en la forma en que hablamos y en la manera en que interactuamos con los demás.
En este artículo se explicar qué es la rehabilitación dental y cuándo es necesaria.
¿Cuándo se necesita una rehabilitación dental?
La Clínica Liberat, centro de especialidades odontológicas, nos explican lo siguiente: “Cuando la salud bucodental se encuentra muy deteriorada, es necesario realizar una rehabilitación dental compleja, pudiendo incluir tratamientos como prótesis, implantes, ortodoncia, tratamientos restauradores, periodontales y combinados. Para ello es necesario diagnosticar y planificar correctamente cada caso en particular. Generalmente son tratamientos de larga duración y radicales, que transforman la boca y la vida del paciente para siempre, devolviéndole seguridad y funcionalidad”.
Es decir, que la rehabilitación dental es necesaria cuando los dientes han perdido su funcionalidad, estética o ambas por igual, y puede deberse a varias causas: enfermedades como la caries, el desgaste dental excesivo, la pérdida de dientes, o accidentes que provoquen fracturas o fisuras. También se recurre a la rehabilitación cuando existen problemas de alineación o maloclusión (mordida incorrecta), ya que esta situación no solo afecta la apariencia, sino que también puede tener un impacto negativo en la salud general.
Situaciones comunes en las que se necesita rehabilitación dental:
- Pérdida de uno o más dientes: La pérdida dental puede ser causada por caries profundas, enfermedades periodontales avanzadas (que afectan el soporte de los dientes), traumatismos, o incluso la genética.
- Desgaste dental excesivo: Esta situación suele estar asociada con el bruxismo (hábito de apretar o rechinar los dientes) o con hábitos alimentarios que provocan erosión dental, como consumir alimentos ácidos de manera frecuente.
- Caries extensas: En casos en los que las caries han afectado grandes áreas del diente, es posible que una simple restauración no sea suficiente para devolver la funcionalidad adecuada.
- Problemas de mordida o maloclusión: Las personas con mordidas incorrectas suelen experimentar dificultades para masticar, dolor en la mandíbula e incluso problemas digestivos.
- Fracturas dentales: Causadas comúnmente por accidentes, hábitos poco saludables (como morder objetos duros) o una salud dental deficiente.
¿Por qué es importante la rehabilitación dental?
La salud dental no se trata solo de tener una sonrisa bonita. La boca es la entrada principal al organismo, y su estado influye en todo el cuerpo. Una buena salud bucal es fundamental para mantener una buena calidad de vida. Al rehabilitar los dientes, no solo se mejora la apariencia, sino también la capacidad de masticar y hablar adecuadamente. Además, con una boca sana, se previenen problemas de salud más graves como infecciones y enfermedades digestivas.
Una boca en mal estado puede desencadenar otros problemas de salud: dificultad para masticar y, en consecuencia, una digestión deficiente; problemas de autoestima; y en algunos casos, enfermedades del corazón, como se ha encontrado en estudios que asocian la enfermedad periodontal con riesgos cardiovasculares.
La rehabilitación dental se convierte, entonces, en una necesidad para recuperar y mantener la salud y bienestar general. Y no solo para quienes sufren problemas dentales importantes, sino también para quienes desean prevenir la aparición de estos problemas en el futuro.
¿Cómo se realiza la rehabilitación dental?
La rehabilitación dental puede incluir una variedad de técnicas y procedimientos, según las necesidades específicas de cada persona. Estos son algunos de los métodos más comunes:
-Coronas dentales: Son estructuras en forma de diente que se colocan sobre un diente dañado o débil para protegerlo y restaurar su funcionalidad. Suelen ser de porcelana o de un material que imita la apariencia del diente natural. Son ideales para dientes que tienen una gran parte afectada por caries o fracturas.
–Puentes dentales: Se utiliza para sustituir uno o varios dientes perdidos. Se apoya en los dientes vecinos y sirve para rellenar el espacio vacío, evitando problemas en la mordida o en la alineación dental. Son una opción buena para quienes han perdido dientes de manera parcial.
-Implantes dentales: Se colocan mediante una cirugía en el hueso maxilar y consisten en un tornillo de titanio que actúa como raíz del diente perdido, sobre el cual se coloca una corona. Ofrecen una solución estable y funcional para quienes han perdido uno o varios dientes.
-Prótesis dentales: Se usan para reemplazar los dientes perdidos. A diferencia de los implantes, las prótesis son removibles y no se insertan en el hueso maxilar. Son menos invasivos y son especialmente útiles para quienes han perdido varios dientes.
-Carillas dentales: Son láminas delgadas de porcelana o resina que se adhieren a la superficie de los dientes, principalmente con fines estéticos. Son ideales para corregir problemas de coloración, pequeñas fracturas o desgastes que no comprometen la funcionalidad del diente.
-Ortodoncia: Si hay problemas de alineación o mordida incorrecta, lo mejor es la ortodoncia, porque no solo corrige la estética, sino que también mejora la funcionalidad de la mordida. Esto evita desgastes irregulares y problemas en la articulación temporomandibular.
-Incrustaciones y reconstrucciones: Estos tratamientos se utilizan cuando el daño es menor y no requiere de una corona completa. Las incrustaciones y reconstrucciones son pequeñas restauraciones que se colocan en el diente para devolverle su forma y funcionalidad.
¿Quiénes realizan la rehabilitación dental?
La rehabilitación dental debe ser realizada por un equipo de especialistas en salud bucal, quienes pueden incluir:
- Odontólogos generales: Encargados de evaluar y diagnosticar el estado bucal general.
- Especialistas en prótesis dentales: Ellos son los encargados de crear y adaptar prótesis o aparatos dentales para devolver la funcionalidad a la boca.
- Cirujanos maxilofaciales: Especialistas en intervenciones quirúrgicas complejas, como la colocación de implantes.
- Ortodontistas: Expertos en alineación dental y problemas de mordida.
- Higienistas dentales: Colaboran en la prevención y el mantenimiento de la salud bucal, asegurando que las rehabilitaciones se mantengan en buen estado.
En cuanto a dónde se lleva a cabo, la mayoría de las clínicas dentales cuentan con equipos especializados en rehabilitación dental. Hoy en día, existen también clínicas dedicadas exclusivamente a la rehabilitación y estética dental, que cuentan con las últimas tecnologías para ofrecer tratamientos de alta calidad y precisión.
Enfermedades que más necesitan rehabilitación dental
Existen varias enfermedades bucodentales que suelen derivar en una necesidad de rehabilitación dental.
Algunas de las más comunes son:
- Caries dental: Aunque la mayoría se pueden tratar con un empaste, cuando es muy profunda puede ser necesario colocar una corona o realizar una reconstrucción.
- Enfermedad periodontal: Es una infección de las encías y los tejidos de soporte de los dientes, y puede llevar a la pérdida de piezas dentales si no se trata a tiempo. La rehabilitación periodontal puede incluir desde tratamientos de limpieza profunda hasta cirugía y prótesis.
- Bruxismo: Dado que provoca desgaste en los dientes, requiere en algunos casos de restauraciones para devolver a los dientes su forma y función natural.
- Pérdida ósea: La pérdida de hueso en la mandíbula suele estar asociada con la falta de dientes. En estos casos, la rehabilitación suele incluir implantes dentales, que además de restaurar los dientes ayudan a mantener el hueso maxilar.
¿Cómo prevenir la necesidad de rehabilitación dental?
La mejor manera de evitar la necesidad de una rehabilitación dental es mediante la prevención:
-Cepíllate los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental a diario. El uso de un enjuague bucal también es recomendable.
-Acude a revisiones dentales a menudo para ayudar a detectar problemas en etapas tempranas, antes de que sea necesario un tratamiento complejo.
-Evita el azúcar y los ácidos, porque son dos de los principales enemigos de los dientes y favorecen la aparición de caries y el desgaste.
-Usa protectores dentales si practicas deportes de contacto. Ayudan a prevenir fracturas y lesiones dentales.
-Evitar acciones como abrir botellas, morder objetos duros o apretar con los dientes utensilios.
Acude al dentista antes de que sea tarde
No podemos esperar hasta que nuestros dientes sufran en exceso para acudir al dentista, al igual que no lo hacemos con el resto de nuestro cuerpo. Los dientes también necesitan cuidados regulares. No acudir a revisiones periódicas aumenta el riesgo de desarrollar problemas graves, como caries profundas, infecciones o pérdida de piezas dentales, que no solo afectan la apariencia, sino también la capacidad de masticar y hablar correctamente. Además, enfermedades dentales avanzadas pueden complicarse y derivar en infecciones que se extienden a otras partes del cuerpo.
Visitar al dentista regularmente permite detectar problemas en sus primeras etapas, cuando son más fáciles y económicos de tratar. La prevención y el diagnóstico temprano son clave para evitar tratamientos complejos y mantener una sonrisa sana y fuerte.
No esperes a que sea demasiado tarde.
